No esperemos las respuestas correctas, debemos esperar que las respuestas sean las reales, las sinceras, las que emerjan de la profundidad de cada persona, de sus sentimientos, motivos y pensamientos reales, pero no podemos esperar que ellos nos vacíen lo que son así nada más, porque inclusive muchas veces las personas realmente desconocen o no le han dado forma a eso que llevan dentro de ellos mismos, lo que necesitamos es formular preguntas que no respondan de manera mecánica, o que las racionalicen, sino preguntas que les muevan el suelo, porque es donde encontramos como hacemos equilibrio, como nos movemos realmente, que es lo que nos sostiene, y donde estamos parados. Como siempre ha mencionado George en sus clases, una buena pregunta es la clave, la importancia de las preguntas que hacemos será lo que nos lleve al descubrimiento, al conocimiento, es la clave de todo movimiento, de todo análisis, solo a trávez de ellas podemos encontrar el punto medular de cualquier asunto a tratar. Debemos recibir un entrenamiento en preguntas, pero esto no es necesariamente un curso, se trata de cuestionar y cuestionar, y hacer un análisis a priori del poder de nuestros cuestionamientos.
De acuerdo, requiere preparación y práctica
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